El hidrógeno verde, el gran aliado para descarbonizar la economía

2050. Ese es el año marcado por la Unión Europea para lograr la descarbonización del planeta. Países de todo el mundo están llevando a cabo iniciativas ambiciosas para lograr ser climáticamente neutros y utilizar energías renovables en sus sistemas productivos, alcanzando así los objetivos del Acuerdo de París.

Un elemento químico, el más abundante en la naturaleza, se presenta como un gran aliado en la descarbonización de la economía: el hidrógeno.

El H2 es el elemento químico más simple formado por un protón y un electrón. En forma de gas, podemos encontrarlo, por ejemplo, en las estrellas y unido a otros compuestos químicos, como el oxígeno, podemos localizarlo en el agua (H2O). Pero… ¿Cómo podemos extraerlo para convertirlo en verde?

Utilizando agua del mar, mediante el proceso de electrólisis, se descompone la molécula del agua extrayendo así el hidrógeno. Cuando en este proceso se utiliza energía de origen renovable, se denomina hidrógeno verde y no emite CO2 en su proceso productivo.

Un kilogramo de hidrógeno es capaz de liberar más energía que un kilogramo de cualquier otro combustible (casi triplicando la capacidad de la gasolina). Además, no genera dióxido de carbono, tan solo vapor de agua, por lo que su impacto medioambiental es cero, según recoge la Asociación Española del Hidrógeno.

El hidrógeno renovable se posiciona así como uno de los principales vectores energéticos a largo plazo debido a que su producción y consumo es neutral climáticamente y no genera emisiones contaminantes. Una pieza clave para lograr la descarbonización en sectores especialmente intensivos en emisiones de CO2 como el industrial y el transporte.

Su alta capacidad energética y la posibilidad de producirlo sin emitir dióxido de carbono, lo convierte en la principal apuesta para descarbonizar el transporte pesado o de larga distancia, además de su potencial uso como fuente energética y materia prima para la industria en general.

Inversión con impacto

Son numerosas las instituciones nacionales e internacionales que están apoyando el progreso del hidrógeno verde.

El Pacto Verde Europeo (European Green Deal) contempla estrategias y mecanismos de financiación para el desarrollo de iniciativas en materia de hidrógeno renovable. En el marco del Green Deal, la Estrategia Europea del Hidrógeno (EU Hydrogen Strategy) establece el paraguas necesario para implementar el papel del hidrógeno limpio en la reducción de emisiones de la economía de la Unión Europea.

Para alcanzar este objetivo, es necesario desarrollar un marco regulatorio, movilizar inversiones, apostar por I+D, crear infraestructuras y establecer cooperación con terceros países con el fin de desplegar el uso del hidrógeno verde a gran escala.

Por un lado, la Comisión Europea, a través de la European Clean Hydrogen Alliance, de la que CaixaBank ha pasado a formar parte como miembro, pretende facilitar el desarrollo de un mercado que necesitará de un volumen relevante de inversión para alcanzar los objetivos climáticos fijados.

Así, un total de 2.600 millones de euros se destinarán a proyectos de producción, distribución y aplicación de hidrógeno renovable, lo que generará más de cinco millones de empleos y favorecerá la reducción de 560 millones de toneladas de emisiones de CO2 al año.

Por otra parte, el Gobierno de España trabaja para situar al país a la cabeza de la Unión Europea en producción de energía con hidrógeno verde como materia prima. El Ejecutivo contempla, entre otras medidas, que en 2030 al menos el 25 % de la energía utilizada en el ámbito industrial provenga del hidrógeno renovable. Además, el Ejecutivo instalará de 100 a 150 hidrogeneras de acceso público e invertirá aproximadamente 8.900 millones de euros en esta energía.

En CaixaBank, tenemos un fuerte compromiso para movilizar recursos y contribuir a una economía baja en carbono, al mismo tiempo que apoyamos a nuestros clientes en su proceso de transición. En el hidrógeno verde tenemos un gran aliado y una apuesta para lograr la progresiva descarbonización de algunos de los sectores más intensivos.

Atrás quedará el uso del hidrógeno marrón proveniente de fuentes fósiles. Un cambio de paradigma mundial, el del uso de energías renovables, que camina hacia la descarbonización de la economía y un nuevo sistema productivo: el verde.