Las oficinas móviles de CaixaBank prestan servicio a cerca de 270.000 personas residentes, según datos del INE, en los más de 430 municipios que visitan, la mayoría de ellos en riesgo de exclusión financiera.
Estas oficinas móviles permiten a los usuarios, sean o no clientes de la entidad, realizar las operaciones bancarias más habituales, entre las que destacan retirar efectivo, realizar ingresos y pagar recibos e impuestos.
CaixaBank cuenta con 16 oficinas móviles que prestan sus servicios en once provincias: Ávila, Burgos, Castellón, Ciudad Real, Granada, Guadalajara, La Rioja, Madrid, Segovia, Toledo y Valencia.
De ellas, seis oficinas recorren localidades de Castilla y León, dos la Comunidad Valenciana, La Rioja y Castilla-La Mancha, y una en la Comunidad de Madrid y Andalucía. Además, la entidad dispone de otras dos oficinas móviles en reserva, que se utilizan igualmente para dar servicio en eventos puntuales, como la Feria del Libro de Madrid o el Gran Premio del Mundial de Motociclismo de Cheste.
52.500 kilómetros de media al mes
Estas oficinas móviles, que tras la fusión finalizaron la unificación de la marca en julio pasado, recorren cada mes una media de 52.500 kilómetros. Cada una de ellas cuenta con rutas diarias diferentes y, en función de la demanda,visita las localidades a las que presta servicio una o varias veces al mes.
Las sucursales móviles de CaixaBank están operativas de 08.00 a 17.15 horas (con la pausa de la comida) de lunes a jueves y los viernes desde las 08.00 hasta las 14.30.
Estas oficinas móviles no han perdido su vocación de servicio durante la pandemia y los gestores de CaixaBank han atendido en todos los municipios en los que lo hacían previamente. Para cumplir con las recomendaciones de las autoridades sanitarias, todas estas sucursales y los gestores se han dotado desde un primer momento de material de protección necesario: mamparas, mascarillas e hidrogeles.
Las oficinas móviles son clave en la estrategia de CaixaBank para evitar la exclusión financiera de las zonas rurales, además de preservar la relación directa con el cliente que reside en este tipo de entornos y mantener la apuesta de CaixaBank por la economía de estos territorios, en los que los sectores agrícola y ganadero presentan un gran peso específico.
De esta forma, este tipo de servicio de CaixaBank contribuye a la reducción de las desigualdades, uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Naciones Unidas, con los que la entidad se encuentra fuertemente comprometida.
En este sentido, CaixaBank apuesta por no abandonar aquellos municipios en los que es la única entidad bancaria. Es la manera de entender la inclusión financiera por parte de la entidad como una banca próxima y accesible, manteniendo inalterable su compromiso de estar cerca de los clientes.