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Deportas paralímpicos españoles en París.
Deportas paralímpicos españoles en París.
Los deportistas paralímpicos españoles han conseguido en París mejorar su anterior marca al haberse colgado 40 medallas -cuatro más que en Tokio- y consolidar su tendencia ascendente. Pero los resultados no han sido únicamente cuantitativos, sino también cualitativos, ya que París ha supuesto una nueva oportunidad para concienciar y hacer reflexionar a la sociedad sobre la realidad de las personas con discapacidad.
Gracias a esta edición, se han podido presenciar proezas como la de la nadadora Teresa Perales, que con un nuevo bronce en su colección ha sido capaz de igualar en número de medallas al mítico Michael Phelps. Perales sufrió una neuropatía a los 19 años por la que perdió la movilidad de las piernas. Hoy, a los 48 años, tiene una exitosa trayectoria profesional y un palmarés deportivo brillante.
Otro momento para la posteridad lo han firmado Martín de la Puente y Daniel Caverzaschi, artífices de la primera medalla paralímpica española de la historia en tenis en silla de ruedas. E igual de emocionante fue el bronce de la esgrimista en silla de ruedas Judith Rodríguez, el primero de España en este deporte paralímpico desde Sidney 2000. También quedará para siempre en la retina el oro cosechado por la atleta de triatlón Susana Rodríguez, cuya grave discapacidad visual no ha sido obstáculo para repetir en París lo que ya logró en Tokio.
El listado de hitos en París lo engrosa también Ricardo Ten. Con 8 años, este deportista valenciano sufrió un accidente eléctrico por el cual le tuvieron que amputar los dos brazos y la pierna izquierda. Fue un mazazo, pero descubrió el deporte paralímpico y hoy acumula 21 años de trayectoria y un impresionante triplete de medallas en París (oro en contrarreloj, plata en velocidad por equipos y bronce en persecución por equipos en la pista) y once en total en Juegos Paralímpicos (entre natación y ciclismo).
También hizo triplete Núria Marqués. La joven catalana nació con una discapacidad en la pierna que derivó en una amputación, por lo que se inició en la natación adaptada. París la ha llevado a la cima del deporte paralímpico con tres metales y dos diplomas.
Pero no solo de medallas vive la épica, ya que los Juegos Paralímpicos de París han certificado el mérito de los 150 deportistas con discapacidad que han representado a España. Aunque hay muchos ejemplos, basta con citar el de Loida Zabala. A los once años le diagnosticaron una inflamación en la médula espinal que le afectó a las piernas, fue víctima de malos tratos y le detectaron un cáncer en noviembre de 2023. Pese a todo, en París ha logrado competir por quinta vez en unos Juegos Olímpicos como la única representante española de halterofilia.
Un largo camino a París
Todos estos deportistas han dado nuevos pasos en el largo camino hacia la visibilidad y el reconocimiento, una senda en la que están acompañados por algunas empresas que han demostrado un sólido compromiso con la normalización de la discapacidad. Por ejemplo, CaixaBank, patrocinadora del Comité Paralímpico Español desde 2019, realiza una una colaboración activa a través del programa ADOP, con la concesión de becas destinadas a la preparación de los deportistas paralímpicos españoles.
Precisamente, con el objetivo de dar a conocer y aplaudir las historias humanas que hay detrás de los hitos deportivos, la entidad ha llevado a cabo este año la iniciativa Camino a París, un proyecto con el que ha recorrido la mayor parte de la geografía española junto a 16 atletas paralímpicos con nombres tan relevantes como los de Ricardo Ten, Marta Fernández, Sara Andrés, Dani Stix, Luismi Marquina, los hermanos Molina, Álex Sánchez, Nil Riudavets, Oscar Salguero, Toni Ponce y Nuria Marqués.
Camino a París se cerró con un evento de reconocimiento por parte de CaixaBank a todos los medallistas olímpicos en el que el presidente, José Ignacio Goirigolzarri, puso en valor su papel como referentes para la sociedad tanto a nivel deportivo como personal: “Sois referentes en vuestros deportes, sin duda, pero vuestra actitud transciende los éxitos de la competición, para convertiros también en referentes personales para muchas personas, jóvenes y no tan jóvenes, entre las que me incluyo”, les dijo.
Y es que las gestas deportivas se quedan cortas al lado del espíritu de superación, el optimismo y la humanidad que destila el equipo paralímpico español.