Óscar tiene 23 años y está cursando la ESO. Le gusta asistir a clase, aunque no siempre fue así. Con síndrome de Asperger sus antiguos compañeros se metían con él lo que casi provoca que abandonase los estudios.
Hoy asiste al aula de EducaFriends de la Fundació Friends. La entidad ofrece una solución a los jóvenes que, con Trastorno del Espectro Autista, síndrome de Asperger y con problemas de comunicación social, de relación y empatía, quieren reincorporarse al itinerario educativo.
“Tenemos en cuenta las características individuales de los usuarios, promocionando las habilidades sociales y dando una estructura dentro y fuera del aula”, señala Gemma Sánchez, psicóloga responsable del aula EducaFriends.
EducaFriends es un proyecto innovador en la metodología formativa para el colectivo Asperger que proporciona apoyo psicopedagógico específicamente adecuado a este colectivo.
“Estas personas no tienen dificultades intelectuales, sino de relación y ahí es cuando surgen los problemas con los compañeros, el bulling y la merma de su autoestima”, matiza la responsable.
Metodología formativa
El espacio de aprendizaje, que cuenta con el apoyo de CaixaBank y la Fundación Illuro en el marco de la convocatoria de ayudas sociales, nace en 2010 para responder a esa necesidad educativa de personas con autismo que quieren retomar sus estudios ordinarios pero que no encuentran la adaptación o una ruta académica que se ajuste a sus necesidades o a su manera de trabajar.
“Desde la Fundación Friends estamos muy agradecidos por esta ayuda que nos anima a seguir trabajando para la inclusión y la defensa de los derechos de las personas con autismo”, señala la psicóloga.
Durante el 2018, un centenar de estudiantes han retomado sus estudios online en las cuatro aulas que la Fundación tiene disponibles en Barcelona, Mataró, Manresa y Castelldefels. Los alumnos pueden matricularse en sus estudios básicos, acceder a ciclos formativos de Grado Medio y Superior o estudios universitarios.
Seguimiento del alumno
Óscar, quien estudia con las miras profesionales puestas en el mundo de los trenes, explica que “en este colegio encuentro más compañerismo y confianza y me gusta estar con mis compañeros con los que gasto bromas y me río mucho”.
“Los profesionales de la Fundación hacemos un seguimiento continuo al alumno, trabajando no solo en su rendimiento académico sino también en su adaptabilidad social”, señala Gemma Sánchez.
Potenciar las habilidades sociales de las personas con TEA es la prioridad para la Fundación que, además de un aula de inclusión educativa, lleva a cabo otros servicios de inserción laboral o pisos tutelados para trabajar la autonomía y la responsabilidad de los jóvenes que apoyan.
