Opinión

Una banca diferente. Por Gonzalo Gortázar, Consejero Delegado de CaixaBank


icon_font_reducir
icon_font_aumentar
icon_email
Archivos adjuntos
Gonzalo Gortázar, consejero delegado de CaixaBank

La crisis económica de los últimos años nos ha afectado a todos. Los ciudadanos hemos sido los más impactados, pero el sector financiero también ha sufrido los rigores de la recesión, agravado por un deterioro de su imagen pública.

Cada entidad financiera se ha enfrentado a esta crisis con el fin de superarla y recuperar la confianza de la sociedad. Quiero recordar lo que ha hecho CaixaBank durante estos años y de qué manera seguimos aportando hoy a la sociedad para seguir mejorando su bienestar. Es nuestro compromiso, presente en nuestros valores fundacionales.

Fieles a nuestra vocación, durante la crisis el grupo Caixa ha puesto a disposición de las familias un parque de más de 33.500 viviendas en régimen de alquiler social y solidario. Una parte importante de estas viviendas son el resultado de las más de 22.000 daciones en pago que hemos realizado. Se trata de una forma de encarar un problema particular, asumiendo como propia la coyuntura compleja por la que puede pasar un cliente en un momento de su vida, y ofrecer soluciones socialmente responsables.

Nuestra presencia sobre el territorio por medio de oficinas se extiende al 93% de los municipios con más de 5.000 habitantes, lo que supone dar cobertura al 98,7% de la población española. En tiempos en los que muchos pueblos se quedan sin oficina bancaria, CaixaBank sigue apostando por un modelo mixto que nos hace ser uno de los bancos más innovadores del mundo en servicio online, pero sin dejar de lado la banca presencial, renovada en nuestros nuevos modelos de oficina.

Además, nuestra contribución neta a la resolución de la crisis asciende a 4.100 millones de euros. Son el resultado de las aportaciones al Fondo de Garantía de Depósitos y al Fondo de Resolución Europea, la devolución de las ayudas públicas recibidas en su día por Banca Cívica, y la contribución a Sareb. En un entorno complicado en el que gran parte de la sociedad percibe que todo el sector bancario español precisó de apoyo público, es importante puntualizar que entidades como CaixaBank no solo no lo necesitamos, sino que contribuimos con fondos propios a la solución del problema.

CaixaBank es desde luego diferente, y puedo poner otro ejemplo: los casi 15.000 empleados que han dedicado horas de su tiempo libre a trabajar como voluntarios en colaboración con la Obra Social de la Fundación Bancaria “la Caixa”. Una Obra Social que también se nutre del dividendo de CaixaBank para contribuir de forma muy relevante a cambiar, para mejor, sectores desfavorecidos de la sociedad a través de su presupuesto anual de €500m.

El sector bancario será rentable de manera sostenible sólo si la sociedad percibe que genera valor. En CaixaBank estamos convencidos de seguir aportando valor a nuestros clientes, a nuestros accionistas y a la sociedad en general porque nuestro compromiso social va más allá, no sólo por la obra social que realiza nuestro accionista la Fundación Bancaria “la Caixa”, sino por la manera diferencial en que ejercemos nuestra actividad financiera.