Recursos para medios
Accede a nuestros recursos para periodistas.
Calzado confortable, prismáticos en mano, un smartphone en donde anotar las observaciones y ser amante del campo y de las aves. Si a esto le sumamos unas nociones sobre ornitología, uno adquiere el grado de ‘Vigilante de la Biodiversidad’ (Biowatchers), un proyecto de SEO/BirdLife, asociación ambiental decana en España, que trabaja en la conservación de las aves y de la naturaleza.
España es un paraíso natural dentro de la Unión Europea. Su ecosistema abarca el 30% del territorio, con 1.858 espacios con un alto valor ecológico y más de 600 especies de aves. Se trata del país europeo con más zonas naturales, según Red Natura 2000, la mayor red de espacios protegidos (un total de 27.000) para la conservación de la biodiversidad en Europa.
En este marco, desde SEO/BirdLife se desarrolla, con el respaldo de CaixaBank y Fundación Montemadrid, un proyecto de vigilancia y observación de los entornos naturales y de las aves en la Comunidad de Madrid y Castilla-La Mancha.
En el proyecto ‘Vigilantes de la Biodiversidad’, el protagonismo recae en los voluntarios. Estos son los ojos de la Red Natura 2000.
En opinión de Federico García, coordinador del Área Social de SEO/BirdLife, “contar con un buen número de voluntarios es fundamental, así como formarlos continuadamente y enseñarles a usar las nuevas tecnologías, como la aplicación Natura Alert, de registro de amenazas en las Áreas Importantes para la Conservación de las Aves y de la Biodiversidad (IBA)”. Además, “en el caso de Castilla-La Mancha, por su amplia superficie, es necesario un esfuerzo mayor para lograr y formar un buen número de voluntarios locales que puedan colaborar allí”, afirma García.
A lo largo de las próximas semanas, SEO/BirdLife comenzará con el proceso formativo. “La irrupción de la COVID-19 ha trastocado todos los planes sobre cómo hacer esa vigilancia sobre el terreno”, reconoce Carmen Fernández, del departamento de comunicación de SEO/BirdLife. “Estas formaciones se realizarán de manera virtual, aunque en casos excepcionales, cuando se precise de algún tipo de práctica de campo, se hará una formación presencial y siempre al aire libre”, añade García.
Una vez terminada esta formación, según desglosa García, “este grupo de voluntarios podrá participar en este programa de vigilancia de los espacios naturales sin necesidad de estar acompañado de un técnico de la asociación”. “Por eso, en esta formación se compartirán las metodologías y las instrucciones básicas para que esta tarea se pueda realizar de manera autónoma, aunque siempre habrá una supervisión de un técnico”, agrega García.
Importancia de las aves
Al tratarse de espacios naturales de alto valor ambiental, estos albergan un buen número de aves que se ven afectadas por diferentes amenazas, las cuales deben conocerse. “Es el caso de tendidos o puntos negros para la fauna, y esto requiere de un trabajo más especializado, por lo que se organizarán acciones en el campo con la presencia de técnicos de la asociación, los cuales les formarán de una manera más específica”, detalla el coordinador.
Vigilar a las aves, tanto aquellas estacionales como las migratorias, es un excelente indicador de la conservación de los ecosistemas y de la buena salud del entorno. “La Unión Europea considera el estado de las poblaciones silvestres de aves como un índice de la calidad de vida en Europa. La oficina estadística europea, Eurostat, incluye el seguimiento de las poblaciones de aves entre los índices más importantes para medir la sostenibilidad y el bienestar social”, explica García, en relación con este proyecto de Red Natura 2000.