Mary cumple hoy, 21 de septiembre, 75 años y hace casi tres años que le diagnosticaron Alzheimer. Desde entonces, a modo de terapia, Mary recuerda los episodios más agradables de su vida, compartiéndolos con Rosana. Juntas, una como protagonista y la otra como testigo, recogerán todos esos instantes de vida en un libro.
Rosana acude a la casa familiar donde Mary vive de manera apacible y conversan en el jardín de la vivienda, alejadas de los ruidos de la gran ciudad, amigablemente contándose confidencias del pasado. Así trabajan conjuntamente para que el Alzheimer no siga avanzando. De esta manera, aportan su experiencia diaria al proyecto global ‘El libro de mi vida’.
“‘El libro de mi vida’ es un proyecto centrado en la aplicación de la técnica Revisep (revisión de la vida centrada en sucesos positivos). Está comprobado médicamente que así se mejora el estado de ánimo y la autoestima de estas personas, al tiempo que les estamos protegiendo de los efectos negativos de la enfermedad que padecen”, afirma Rosana García, psicóloga de la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer de Cebreros y Comarca.
Las conversaciones entre Mary y Mª Carmen al igual que las de otros muchos usuarios, se centran en distintas fases de la vida, desde la infancia hasta la edad adulta, recordando momentos positivos y especiales de cada uno de ellos, como regalos que nunca se olvidan: un paseo por el parque, una boda o un nacimiento.
A partir de esas charlas, desde la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer de Cebreros y Comarca hablan con los familiares de la persona afectada por la enfermedad degenerativa con el objetivo de conseguir fotografías y completar esa información preguntándoles qué valores les ha inculcado esa persona, qué significa para ellos, cuáles son sus recuerdos, etc. dando así forma a ese libro personalizado sobre la vida de cada uno de los asociados.
“Queremos que la mayoría, sobre 25 personas, tengan la historia de su vida impresa y no descartamos ampliar este proyecto dada la buena experiencia que estamos teniendo”, afirma Rosana.
Concienciando y dando visibilidad
‘El libro de mi vida’, más allá del elemento emocional, demuestra cómo existen proyectos capaces de concienciar, dar visibilidad y constatar que las conversaciones sobre recuerdos positivos de antaño son estímulos beneficiosos para los enfermos de Alzheimer, enfermedad degenerativa que cada 21 de septiembre celebra su Día Mundial.
Esta enfermedad conlleva el deterioro cognitivo y el padecer trastornos conductuales por la progresiva pérdida de neuronas, lo que impide al sistema nervioso funcionar de manera correcta.
El Alzheimer es la forma más común de demencia, enfermedad que suele desarrollarse, en la mayoría de los casos, después de los 60 años, afectando en mayor número a las mujeres.
Actualmente, en España, las personas diagnósticas con esta enfermedad degenerativa supera el millón de pacientes, según informes de la Confederación Española de Alzheimer. Unos datos que puede hacerse extensible a las familias. “Siempre nos centramos en las personas que sufren Alzheimer, pero esta enfermedad también afecta de forma muy directa a las familias” porque “ven como sus seres queridos ya no se acuerdan de ellos y se van degenerando”, afirma la psicóloga.
Estos datos, según un reciente informe de la Asociación Alzheimer Europe, irán en crecimiento en España, puesto que se calcula que casi el 4% de la población sufrirá algún tipo de demencia en los próximos 30 años.
La Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer de Cebreros y Comarca desarrolla, desde 2006, diferentes tipos de terapias no farmacológicas, científicamente probadas, para paliar las consecuencias de enfermedades degenerativas como el Alzheimer.
La asociación, con el apoyo de la CaixaBank y Fundación Ávila, impulsa el proyecto ‘El Libro de mi vida’ al tiempo que aumenta el número de especialistas en terapias ocupaciones y fisioterapia que ayuda a los enfermos.
