El presidente de CaixaBank, Jordi Gual, ha defendido esta mañana un modelo de empresa comprometida con las comunidades en las que opera, que aporte valor para todos sus grupos de interés y que contribuya al progreso de la sociedad. “Me gustaría defender sin complejos el modelo de stakeholders, que es el modelo de CaixaBank desde hace muchos años”, ha señalado Jordi Gual.
El presidente de CaixaBank ha realizado estas declaraciones durante su intervención, esta mañana, en la cuarta y última sesión de las Conferencias de Economía Europea del Cercle d’ Economía, que han versado sobre el tema Por un nuevo contrato social europeo. En el debate de hoy, titulado El propósito de las empresas y el nuevo contrato social, el presidente de CaixaBank ha estado acompañado de Vicente Salas, economista y catedrático del departamento de Dirección y Organización de Empresas de la Universidad de Zaragoza, y de Javier Faus, presidente del Cercle.
“La corriente de opinión internacional va en una nueva dirección después de 30 años del dominio del paradigma de Milton Friedman”, ha expuesto Jordi Gual, en referencia a las tesis del economista norteamericano sobre que la responsabilidad social de las empresas se limita a aumentar su beneficio económico. “De ahí hemos pasado al planteamiento de la generación de valor para todos los que intervienen en la empresa, aunque a menudo los mecanismos de mercado para recompensarlos son insuficientes”, ha afirmado.
No obstante, el presidente de CaixaBank ha admitido que en ocasiones se crean conflictos entre los diferentes objetivos de la compañía, que incluyen desde resultados económicos, desarrollo de empleados, preocupaciones sociales o problemas ambientales. “A veces se tienen que tomar decisiones que a corto plazo perjudican la cuenta de resultados, pero a largo acaban beneficiando a todos los sectores que participan en la compañía”, ha sostenido Gual.
Asimismo, Jordi Gual ha explicado que los factores que determinan que las empresas adopten un modelo u otro son, principalmente, “el entorno legislativo y el marco de gobierno corporativo; así, las entidades en las que la propiedad está más concentrada, con accionistas de control o de referencia, tienen más facilidades para adoptar un modelo de stakeholder centrado en la generación de valor a largo plazo”.
En este sentido, “CaixaBank puede permitirse este planteamiento de atender a todos sus stakeholders porque existe un equilibrio entre un accionista de referencia orientado al largo plazo que inspira el posicionamiento estratégico del banco, y el acceso a mercados financieros que aportan capital, transparencia y disciplina”.
