Uno entra al histórico de la selección española de baloncesto, e impresiona. Gran parte de ese palmarés es culpa tuya, y de una generación (o varias ya) que ha llegado a intimidar a los Estados Unidos. ¿Imaginabas hace años, en algún momento antes de que comenzasen los triunfos, llegar al día de hoy con esta hoja de servicios?
Para nada. La verdad es que hay una generación increíble en los últimos quince años. Hemos ganado muchísimos títulos, estamos en el top mundial de selecciones a todos los niveles y contra Estados Unidos hemos jugado de tú a tú. Cuando eres pequeño sueñas con llegar a la selección y jugar algún partido así, pero a este nivel no lo podía imaginar.
En 23 años, lo peor que ha cosechado esta selección en unos Juegos Olímpicos, mundiales y europeos ha sido un séptimo puesto. Pero, para ver a la selección española de baloncesto fuera de un top ten, hay que remontarse a los juegos de Munich 1972. Es cierto que en aquellos tiempos costaba algo más conseguir medallas, pero se intuía que algo de futuro estaba creciendo…
La verdad es que se empezó a ver que éramos una generación triunfadora en 1999, con los que nos llamaron los ‘juniors de oro’. Dimos un poco la sorpresa ganando a Estados Unidos, la gente empezó a ver que éramos una generación ganadora, que no teníamos miedo a nada. Después de eso, por supuesto, nos dieron un empujón, pero tuvimos que seguir trabajando y haciéndolo bien. Los tiempos han cambiado y ahora nos respetan en todo el mundo, aunque lógicamente en un futuro no será fácil ganar tanto como ahora.
Esta selección está encontrando importantes refuerzos en jugadores jóvenes como Ricky, Marc Gasol, los hermanos Hernangómez, Abrines, Llull, etc. ¿Este mestizaje junto a los que ya tenéis una experiencia, crees que viene bien para mantener un estilo, un nivel tan alto para competir?
Sin duda. Toda la gente que viene por detrás viene con muchas ganas, sabe a dónde viene, y los que llevamos muchos años también tenemos esas ganas y esa hambre, que es algo importantísimo. Como los jugadores que tienen grandes contratos en la NBA y siguen siendo fieles a la selección, dejando de lado sus vacaciones para estar aquí, con su otra familia. Así que van cambiando cosas, van cambiando jugadores y seguimos haciéndolo bien.
Y ahora se presenta otra oportunidad para ampliar los metales. Es una oportunidad con buenas probabilidades de éxito, siempre desde el respeto a los rivales ¿A qué selecciones veis con potencial para estar en la pelea?
El Eurobasket es una de las competiciones más duras. Desde Serbia a Francia, que es nuestro rival de siempre, Lituania mismo, Grecia, muchas otras selecciones que lo están haciendo bien… Pero nosotros vamos a avanzar poco a poco, como siempre se dice en nuestro grupo, y empezamos por Montenegro.
Ya has comentado que tenemos opciones de estar en la pelea. Es una reflexión que no llega de ninguna euforia, entiendo, sino de un análisis de los rivales y de nuestra selección.
Es una cuestión de confianza en nosotros mismos, siempre la hemos tenido, y este año ¿Por qué va a ser diferente? Tenemos bajas, la de Llull ha sido muy importante y muy difícil de suplir, o imposible, pero aún así seguimos teniendo un equipo para luchar por todo. Desde que nos empezamos a preparar el primer día, y yo soy el que lleva más partidos, pensamos que podemos ganar medalla y estar en lo más alto del podio.
Juan Carlos, ¿es tu último gran campeonato con la selección?
Nunca me gusta cerrar las cosas al cien por cien, pero ya lo he dicho muchas veces: al acabar este Eurobasket sería un buen momento para dejar sitio a que entren más jóvenes. Me gustaría dejarlo haciendo un buen papel.
Gracias por atendernos, y mucha suerte en esta nueva gran cita.
